Desde 2018 uno de nuestros principales focos en Le Vice ha sido la sustentabilidad. El impacto que generamos durante toda nuestra cadena de abastecimiento es un pilar fundamental a la hora de elegir nuestros proveedores de granos de cacao.
Trazabilidad como un requisito primordial
Lamentablemente el trayecto del cacao desde que es cultivado hasta que es consumido en forma de chocolate está lleno de explotación, corrupción y violencia en el mundo. Es nuestro compromiso no ser parte de dicha cadena de valor insostenible y llena de injusticia, por lo tanto hemos tomado la trazabilidad como uno de los pilares fundamentales de nuestra cadena de abastecimiento.
La trazabilidad significa que en Le Vice podemos saber quién ha cosechado las habas de cacao utilizadas para la producción del chocolate que usamos como materia prima y, lo más importante, en qué condiciones lo ha hecho. Lamentablemente la mayor parte del cacao en el mundo no tiene trazabilidad, y pudo incluso haber sido cultivado por niños que trabajan como esclavos por pan y agua. La trazabilidad es la base para crear un sistema justo y sostenible, pues mejora las condiciones de sus agricultores y a la vez garantiza calidad de las habas para producir un mejor chocolate.
Comercio Justo
Una segunda mirada del chocolate sustentable es el comercio justo, donde compartimos con los agricultores el valor de un chocolate de calidad superior. Por cada kilo de chocolate con certificación de Comercio Justo que usamos, 0,10 € son devueltos y entregados directamente a las comunidades de cultivadores de cacao que participaron en dicha producción.
Hoy hemos alcanzado superar la barrera de un 50% de chocolate de Comercio Justo, esto quiere decir que por cada kilo de chocolate que compras en LE VICE, en promedio los agricultores recibirán 0,05 € de retribución, lo que les permitirá tener vidas más dignas y justas.
La sustentabilidad es generar valor para todos, desde el agricultor de cacao hasta el consumidor de chocolate
Al ser parte de un programa de sustentabilidad, los agricultores reciben mejores condiciones de vida y educación, lo que les permite cultivar el cacao con mejor conocimiento y en última instancia obtener una mejor materia prima para la producción de chocolate con cacao fino de aroma.
Vemos la sustentabilidad como un requisito de funcionamiento, si no abordamos este tema desde hoy, no sólo estaremos contribuyendo a un mercado de violencia e injusticia, si no que ponemos en riesgo el abastecimiento de cacao y su calidad a largo plazo.